Hay semen de mártires regado en las plazas,
lágrimas de madres, viudas, huérfanos
acumuladas a la orilla de los templos.
Hay multitud de huesos clavados en tierra
y cadáveres redondos y fríos vestidos de banderas
a lo largo de calles y campos”.
Bertalicia Peralta, en “9 de Enero: Un Minuto de Silencio”, nos relata en dolorosos versos de tragedia y dolor, la agonía de nuestros estudiantes, la tragedia de nuestra gente y la impotencia de nuestro pueblo, ante la barbarie ocurrida un día como hoy, hace 51 años. 21 jóvenes muertos, cientos de heridos y decenas de lisiados de por vida, que dejó la brutal agresión de un país invasor en nuestra Patria. ¿Cuál fue el pecado? ¿Cuál fue la razón? ¿Cuál fue el motivo de tan sangriento evento? La respuesta a estas incertidumbres es una: izar nuestra bandera en la Zona del Canal, en nuestro territorio. Los estudiantes institutores reclamaban el cumplimiento del Convenio Chiari-Kennedy que establecía que en todos los sitios públicos de la antigua Zona del Canal se izaran conjuntamente las banderas de los dos países.
Hoy, 9 de Enero, no es un día como cualquier otro. ¡No!, hoy recordamos con orgullo a quienes dieron su vida por nuestra soberanía. A quienes con piedras y palos, se enfrentaron a balas y perdigones; a quienes valientemente salieron a las calles a reclamar el derecho que como panameños teníamos de izar nuestra enseña tricolor en nuestro territorio.
La brutal y cobarde agresión imperialista, ocurrida hace 51 años, fue el punto de efervescencia social culminante para la recuperación de nuestra soberanía. Es muy importante destacar, que previo a estos acontecimientos, el pueblo panameño de igual manera alzó su voz ante la nefasta presencia estadounidense en nuestro país, tales como: el rechazo al Convenio de Bases o Filós-Hines del 22 de diciembre de 1947; la Operación Soberanía del 2 de mayo de 1958; el movimiento estudiantil y juvenil bajo la consigna: ¡Más Escuelas, Menos Cuarteles! de mayo de 1958; el Levantamiento Armado del Cerro Tute y Cerro Banquillo en abril de 1959 y la Marcha Patriótica a la Zona del Canal del 3 de noviembre de 1959. Queda evidenciado, que el estandarte de la lucha por la recuperación del Canal, la enarboló siempre el pueblo, con el sentimiento más impulsivo del ser humano: la indignación.
Fue en enero de 1964, cuando estudiantes del Glorioso Nido de Águilas, nuestro emblemático y ahora centenario Instituto Nacional, se adentraron en la antigua Zona del Canal, con el temor de ser rechazados, de ser insultados de ser pisoteados, pero con un sentimiento de Patria, de valor y de heroísmo. ¿Acaso enfrentarse dignamente al país más poderoso del Mundo no representa un acto de heroísmo? Por supuesto que sí, cómo no recordarlos hoy entonces, por ese heroísmo y patriotismo que trajo como consecuencia que hoy nuestra bandera sea izada en aquel territorio que fue cedido hace más de 100 años, por falsos próceres que hoy en día, el sistema quiere que le rindamos los más altos honores. ¿Honores de qué? De hecho, fuimos testigos de cómo los distintos gobiernos neoliberales postinavsión, intentaron silenciar esta fecha, con nefastos días puentes, pero aún así, no pudieron silenciar la sangre de nuestros mártires que gritaban libertad, soberanía. Aquí estamos hoy reunidos, precisamente recordando aquella gesta, que es la muestra más clara de dignidad de toda una nación.
“…Manifestamos que los patriotas no permitiremos la entrega de nuestra Patria, y antes por el contrario estamos decididos en todo momento a construirla con el martirologio propio…”, palabras de el máximo comandante de nuestra cincuentenaria organización, Floyd Britton, quien luchó contra la agresión Imperialista, con dignidad y patriotismo hace 51 años, que estas palabras hagan un llamado a la conciencia de los aquí presentes.
Frente Estudiantil Revolucionario 29 de Noviembre
FER-29 Panamá
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